Mi querida Teofilita, cómo me dejaste pensando el día que nos reunimos para tomarnos ese cafecito tan platicado..., creo que no puedo decirte más, que necesitamos tomarnos la vida con un poco más de sentido del humor
Hace rato intentando descansar no dejaba de pensar en las históricas y porqué no decir histéricas historias entre nueras y suegras y viceversa, y cuando me recordaste que había yo sido tremenda con la mía, como ya yo siempre lo había dado por sentado y aceptado, no me incomodaste ni mucho menos, sin embargo me vino a la memoria la vez en que mi mamá se atrevió a meterse ahí en donde yo no la llamaba, y cómo al pasar los años se lo agradecí tanto; en pocas palabras me hizo ver cuán injusta era yo con mi sweter al ponerle una barrera (que yo ni me había dado cuenta....) y bloquearle cualquier intento de acercamiento.
Te acuerdas qué chicas nos casamos y bueno no hablo por ti, pero yo sí acepto que estaba bastante........., VERDE y aún así me sentía tan madura y autosuficiente...
No te alarmes tanto por lo que estás pasando con una de tus nueras pues para empezar ya ves que ni todas son (somos) iguales, y que las comparaciones son odiosas; yo apenas estoy aprendiendo a ser suegra, y creo que cuando una comienza a ser abuela hay que volver a aprender a ser suegra de nuevo; tú me ganas en tiempo... aunque sea por solo unos meses; bien es cierto que mi suegra fue una mujer excepcional como tal, y mi madre, creo poder presumir que de tan buena suegra, más de una vez no solo yo, sino también alguna de mis hermanas nos pusimos celosas de alguna cuñada..., jajajaja mi mamá nos decía que nuestro cariño lo tenía seguro, pero que el de la nuera se lo tenía que ganar. Podría asegurar que lo logró
Y vaya que estas dos hermosas mujeres se ganaron el cariño de todas sus nueras, principalmente mordiéndonse la lengua para no hablar jamás si no eran requeridas..., y no es que sea indirecta... Tú misma reconociste que muchas veces nos cuesta trabajo quedarnos calladas y no opinar.
Pues por ahí podríamos comenzar. Yo también te confieso que muchas veces me descubro haciendo algún comentario o diciendo alguna palabra que una vez dicha ya no hubo para atrás, pero que como no me correspondía hacerla, pues ya había metido la pata...
En este punto, les pido una disculpa pública a mis hijos y a mis hijos políticos; si por causa mía les causé algún conflicto de pareja o consigo mismos o peor: conmigo o su familia política, de verdad LO SIENTO MUCHO!!!!!
No hay pretextos, pues aunque una lo que quiere siempre es ayudar, no tengo derecho a abrir esta boca si no se me pide opinión
Amiga del alma, como dice aquel dicho: Puede más una gota de miel que un jarrón de hiel
Y bueno, si tu caso es ser nuera, quiero que sepas que una como suegra, lo único que quiere es ver felices a los dos: hijo y nuera. Si metemos la pata es por culpa del maldito Sr. Alemán, o del que nos va marcando la Edad, o de quererlos tanto!!!!!
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