lunes, 29 de noviembre de 2010

Hasta cuándo tengo que seguir luchando...?

A tí, que me preguntas, ¿hasta cuando tengo que seguir luchando...?
Aquí la cuestión es qué quieres que te diga: lo que en el fondo de tu corazón ya sabes, o lo que quieres escuchar...., que has de estar consciente no es siempre, lo que para tí es lo mejor.
Y no me refiero en solamente mejor para tí, sino para el bien común.
Para el bien de los tuyos. De los que más quieres, de los que contigo viven bajo el mismo techo, de los que llevan tu sangre, de los que guardan contigo lazos tan fuertes que nadie los rompe..., de todos ellos que Valen la pena ames con todas tus fuerzas, porque aunque pasen ventarrones siempre habrá sentido de pertenencia mutua. Todos ellos se lo merecen, tú también te mereces el luchar a brazo partido, el ser una mujer fuerte, el ser una mujer de una pieza, el no perder tu escencia de Ser Mujer, pues eres no solo Esposa, También eres Madre
.
Todos y cada uno valen mucho, tanto! tanto como tú, tanto como que también son hijos de Dios.

Hace muchos años, una amiga preguntaba: ¿qué pasa si dejo de hacerlo?

A lo que otra le contestó: Desgraciadamente, NO PASA NADA!!!!
Pasa, que pasa el tiempo y lo que pudo ser, no será  - como dice la canción -  Se deja toda una historia de amor inconclusa, y dejan de pasar tantas cosas porque uno decidió que Ya no más!

 

"Nosotros somos las manos de Dios"
Asumir y tomar conciencia de esta misión es reconocer, con inmensa gratitud, una de las mayores dádivas que Dios podía concedernos: servirse de frágiles instrumentos para sembrar el mundo de la única paz que no tiene fisuras porque las sujeta el amor. Marido y mujer, padres, hijos y hermanos, abuelos y nietos, hemos de prestarle las manos a Dios para que con nuestra torpe caligrafía, salpicada de borrones y tachaduras, escribamos la historia de la Humanidad, según su amorosa Voluntad para todos.

http://www.opusdei.es/art.php?p=17101

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho este.... ;-)